Déjame que te cuente…

 

Corría abril de 2020 las noticias solo hablaban de muertos, confinamiento, aumento de incidencia y contagios. Decenas de empresas cerradas, ERTES mal tramitados, aplausos desde los balcones y en el ambiente se mascaba una negatividad abismal y un pesimismo nunca visto. El futuro pintaba negro.

Eran las ocho de la tarde y estaba paseando a mi perrita, ni una persona, ni un solo coche, ni un solo ruido, nada. Sobrecogía. Era tal la impresión que daba la calle, que daba lugar a pensar que en cualquier momento te cruzarías con un zombie de los de The walking dead.

Iba ya camino a casa cuando de pronto alguien me gritó desde un balcón…

“¡Vete a casa ya, que estamos confinados!”.

No hacía ni 15 minutos que había salido de casa. Lo juro. Pero ese no es tema, por supuesto seguí andando camino a casa y al llegar pensé.

«¿Qué está pasando?»

El Covid estaba consiguiendo destruirnos en todos los sentidos, físico, mentales e incluso empáticos. Muestra de ello es que por los videos del WhatsApp solo pululaban personas saltándose a la torera las restricciones e incluso plantando cara a la policía. Daba terror pensar en que nos estábamos convirtiendo. Así que, tras eso, esa noche decidí abrir un canal en redes sociales llamado ReflexionArte.  En él quería mostrarle a la gente el lado más reflexivo, empático, positivo y real de la vida. Si ayudaba por lo menos a una persona que lo necesitase ya habría merecido la pena.

Poco a poco los días iban pasando, la pandemia también y la cuenta empezaba a tener seguidores. A razón de situaciones que vivía, subía una frase nueva, con una pequeña historia. Para mi sorpresa la gente interactuaba cada vez más conmigo y me agradecía lo que había creado y lo que les estaba aportando. Eso era más que suficiente para sacarme una sonrisa y darme cuenta de que la gente estaba muy necesitada de sonreír.

Hoy poco más de dos años después de crear ReflexionArte he superado los 16.000 seguidores en Instagram y espoleado por mis seguidores he decidido lanzar mi primer libro digital totalmente gratis, llamado “50 reflexiones que te ayudarán en tu día a día”.

Y es que si ese pequeño ebook, fácil de leer y muy cortito ayuda a la gente a sonreír y ver la vida de otra forma ya abre cumplido mi objetivo.

He de decir que no, no soy psicólogo, me lo han preguntado mucho estos años. Simplemente soy una persona positiva con la virtud de saber contar historias, de hacer empatizar al que me escucha o me lee de una forma muy directa. Siempre me he considerado una persona muy positiva y con mucha fuerza para transmitir lo que hago o digo, por eso quizá por eso soy copywriter y storyteller, ayudo a empresas y marcas personales a aumentar sus ventas y hacer crecer sus ingresos.

La maldita pandemia me permitió encontrar algo de mí que tenía oculto, escribir y contar historias, quizá de eso se trataba, de aprender o descubrirse dentro de todo lo malo que nos rodeaba.

¿Tú has sacado algo positivo de toda la pandemia?

Si no lo has hecho, todavía estás a tiempo de pensarlo. Espero que este post de bienvenida te haya hecho pensar y reflexionar, mi finalidad era esa.

Si quieres saber un poquito más de mí, puedes pinchar aquí.

Si queréis saber en qué tipos de servicios de copywriting y storyteller os puedo ayudar, puedes verlo aquí. Mándame un correo electrónico y empezamos a trabajar juntos.

Y por supuesto, pincha en el enlace de abajo y descárgate mi libro GRATIS.

Por cierto, siguiendo cualquiera de mis redes sociales estarás al tanto de todas mis reflexiones, de mis historias. A fin de cuentas es a lo que me dedico, a contar historias, pero las de otros.