Vivir es de valientes
No. Este blog no va a ir enfocado a temas de marketing digital o copywriting, consejos o referencias varias a estos temas. No.
¿O sí?
Bueno eso ya lo valoras tú. Yo, lo que de verdad quiero es contarte una historia.
Dieciséis años juntos y deciden separarse, tres hijos en común y dos perros grandes y nobles, de esos que se les llama de las 3 P´s (perros potencialmente peligrosos), pero dóciles, cariñosos y bobalicones como un minnion.
La noticia
El pasado jueves sobre las 7 de la mañana me despertaba un WhatsApp. Era Carlos, un amigo mío desde la infancia, de esos que te llamaban al timbre de tu casa a las 4 de la tarde para ver si bajabas a jugar un sábado, y despertaba a tus padres que descansaban de una larga semana de trabajo. Mi padre cada vez que lo ve se lo recuerda.
Pues bien, el texto decía:
“Tío, me separo de Marta. Es lo mejor, llevamos mucho tiempo mal y creemos que es lo mejor.”
“No sé cómo estoy. A ver si tienes un hueco esta mañana y hablamos.”
Hice hueco y nos vimos, esa mañana me contó la película. A grandes rasgos, no hacían vida en pareja, perdieron el amor mutuo, incluso hasta el respeto. La situación se había convertido en algo insostenible y después de mucho tiempo mal, decidieron, pese al miedo, que debían separar sus caminos para volver a ser felices.
Marta es un encanto de chica, yo me llevo muy bien con ella. Es de esas mujeres que se excede con su perfume. Cuando quedábamos para cenar o comer, sabías si ellos habían llegado antes que tú, tan solo oliendo la entrada del lugar. Desde siempre han sido una familia idílica, de hecho, creo que a todos los que hayan informado de lo ocurrido les sorprenderá tanto como a mí.
Volviendo al tema, si han dejado de quererse y creen que eso es lo mejor, adelante, a finde cuentas son sus vidas. Se les puede llamar… ¿valientes?
El cambio
Los cambios son duros, salir de la zona de confort de más de catorce años de vida debe de ser duro y debe de dar un miedo aterrador. Pero si algo que nosotros pensábamos que es calidad empieza a convertirse en un problema o un lastre, quizá, aunque nos de miedo cambiar, es lo mejor.
Es normal, los cambios asustan. Pero vida no hay más que una y no creo que hayamos venido a este mundo a padecer y sufrir. Nadie tiene la obligación de vivir una vida que no le gusta o que no quiere, y si ya has luchado suficiente, por qué continuar.
No entro en si han aparecido terceras personas o no en la relación, en principio, parece ser que no. Se trata de una mejora en la calidad de vida y en la salud mental de ambos. Es el comienzo de un cambio que ellos creen que es para mejor. Punto.
Miedo a lo nuevo
El miedo a lo nuevo, al cambio, es algo evidente. Un nuevo hogar, una nueva relación o un nuevo trabajo, sea el cambio que sea crea incertidumbre y miedo. Y más si dejas atrás una historia. Lo bueno es que comenzará otra.
El otro día un posible cliente se puso en contacto conmigo para decirme que desde hace más de 7 años los servicios de copywriting de su empresa se lo llevaba la misma persona, pero que desde hacía un tiempo cada vez le convencía menos su forma profesional de actuar, los resultados para su empresa no eran los mismo que al principio y notaba que el dinero que invertía en sus servicios no tenía la rentabilidad que esperaba.
¿Por qué no pruebas con otro profesional? Le dijo un día un amigo suyo.
Su respuesta. Miedo. Miedo al cambio, a que lo contratado sea peor de que ya tenía. Miedo a que ese profesional no conociese la identidad de la empresa de forma tan profunda como el anterior y los resultados no fuesen los esperados.
Pero, ¿y si el resultado es mejor?
Así que decidió contactarme y pedirme presupuesto, se le puede llamar… ¿valiente?
A ver, se me entienda. No valiente por contratarme o preguntar por mis servicios, no. Valiente por cambiar de profesional, por querer salir de su zona de confort, en este caso, la de su empresa y apostar por un nuevo enfoque.
Elección
En algunas ocasiones, por todo lo que se ha generado en el pasado, parece que no hay elección, pero en realidad nos da miedo elegir la buena.
Para Carlos y Marta después de dieciséis años juntos, decidir separarse y tomar cada uno su camino no habrá sido tarea fácil, pero posiblemente sí, la correcta. Les deseo lo mejor y estoy seguro que así será.
Lo mismo ocurre con ese posible cliente que me contactó, cambiar de copy después de tantos años, no habrá sido fácil, pero le demostraré que sí la decisión correcta.
¿Tú qué harías?
¿Te atreverías a cambiar de trabajo si no te gusta?
¿Dejarías una relación si crees que es tóxica?
¿Venderías tu casa para viajar alrededor del mundo?
¿Te comprarías eso que tanto deseas pero que no sabes si deberías comprarlo?
Al fin y al cabo, todos tenemos miedo al cambio, a salir de una zona de confort que tanto espero y tiempo nos ha costado crear. Pero, si no te gusta lo que has creado, ¿Por qué no salir de ella?
Cuéntamelo o dime que te ha parecido este artículo en cualquiera de mis redes sociales o en los comentarios del post.
Por otro lado, yo mientras te decides o piensas si tienes elección para cambiar lo que no te gusta de tu vida, te dejo aquí abajo mi enlace a mis servicios y a mi contacto. Por si necesitas a alguien que cuente tu historia o la de tu empresa.
A fin de cuentas, hablarme y preguntarme no cuesta dinero.